Capítulo 7.

                                    

                                              
Madara se corrió en el abdomen de ambos, Hashirama se corrió seguido de él en su interior, formándose después el nudo, haciendo soltar un jadeo de dolor al azabache.
Hashirama: (jadeando ante el cansancio) No importa si vuelves a atarme y dejarme aquí o me dejas libre por que no pienso irme de tu lado, Madara (Dice serio mientras lo observa fijamente a los ojos) Te amo (Susurra con una sonrisa, aún sosteniendo el cuerpo del Uchiha que lo rodeaba con sus piernas).
Madara no supo que decir, se encontraba sorprendido y adolorido, las palabras del moreno lo habían tomado con la guardia baja.
Hashirama: (siente que está apunto de ceder ante el cansancio) Madara (habla una vez más) no importa cuánto dolor me causes, ni cuánto daño físico me hagas pasar, yo.. te seguiré amando, seguiré estando feliz por verte, por olerte, por oírte y si realmente quieres descargar toda tu furia conmigo, hazlo hasta sentirte mejor, no importa cuánto tardes, ni cuánto me duela, te seguiré esperando y, te seguiré amando (Dice con una gran sonrisa, pese al cansancio).
Madara se sonroja y no evita contemplar la sonrisa de Hashirama, sus palabras lo habían conmovido, más no quería aceptarlo.
Minutos después el nudo se deshizo, Hashirama sale de su cálido interior, para luego bajar a Madara quién lo observaba fijamente preguntándose que ocurrirá ahora, hasta que ve al moreno desmayarse enfrente de él.
  ...
Después de aquello, Hashirama se convirtió en su amante, yendo a su habitación cada vez que lo necesitaba, lo cual ocurría muy seguido. Pasaron años y comenzó a tener náuseas, sabía lo que significaba.
Estaba embarazado, no tuvo dudas después de ir a un médico con una identidad diferente para pasar desapercibido, tenía que decírselo a Hashirama.
Kuro: - el corazón de Madara se está ablandando, así no podré conseguir mi objetivo, de seguir así, tendré que tomar cartas en el asunto - (piensa disgustado).
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Hashirama: volviste (Dice alegremente mientras lo abraza).
Madara: (con una pequeña sonrisa) Hashirama (Dice serio, para llamar su atención).
Lo que no sabía era que Hashirama siempre tiene su atención en él.
Hashirama: ¿Mmm? (Observa al mayor y sonríe de lado) se lo que quieres (Dice con picardía, para luego besarlo sorpresivamente).
Madara: (se sonroja) N-no idiota (Dice después de separase del beso).
Hashirama: (alza una ceja) ¿Mmm? ¿Qué sucede, Maddy? (Pregunta con inocencia).
Madara: (suspira) Estoy embarazado (Dice finalmente, con su rostro hacia otro lado para ocultar su sonrojo).
Hashirama estalló de la alegría, gritó a los cuatro vientos que sería padre, brincó y lloró alegremente, para luego abrazar con profundo amor a su omega, quién lo dejo ser por esa vez.
Las semanas pasaron y junto con eso, los ya conocidos antojos y cambios de humor, solo que, al ser Madara, este síntoma llegaba a puntos extremos.
Shiro: ¡Madara-sama! (Grita por su vida mientras es perseguido) ¡Ya le dije que no hay yogurt con galletas y chocolate amargo! Enserio ¡NO ES MI CULPA! (Grita entre lágrimas dramáticamente, sabiendo que si bajaba el ritmo de su corrida moriría a manos de quién lo creo).
Madara: ¡Ven aquí escoria! (Grita enojado no dejando de corretear lo por todo el escondite).
Hashirama: (con una gota en sien al estilo anime) Maddy, calma, ya buscaremos lo que quieres (Dice en un intento por tranquilizarlo).
Madara: ¡Ahora lo que quiero es hacerlo trizas! (Dice convencido) ¡Ven aquí insecto inmundo te voy a aplastar bastardo! (Grita mientras lanza kunais y shurikens que Shiro con mucha suerte logró esquivar).
Shiro: (se mueve como pez fuera del agua) ¡Madara-sama, deme otra oportunidad! (Súplica mientras corre por su vida).
Kuro: idiota (insulta a Shiro por su ineptitud).
Madara 50 minutos después, perdona la vida del zetsu blanco, con la condición de que fuera a buscarle algo dulce que realmente valiera la pena, Shiro corrió como alma que lleva el diablo y le trajo todos los dulces que consiguió, bastando le apenas al Uchiha.
La situación se repitió un par de veces más, incluso Hashirama sufrió las consecuencias de varios de sus síntomas, y cuando creyeron que todo había pasado tras una semana de paz y tranquilidad, Madara había llegado a los seis meses, donde sus hormonas y feromonas se elevaron a alturas extremas, ya no era el Madara gruñón al que estaban acostumbrados, no, para nada, no era ni la sombra de lo que era, su cambio de personalidad había sido tal, que un escalofrío recorría sus cuerpos cada vez que lo escuchaban y veían, a Kuro le daba náuseas, a Shiro temblores y pesadillas, mientras que a Hashirama... Bueno... Todavía estaba procesando la actitud en el Uchiha.
Madara: ¿Por qué me ven así? (Pregunta con la cabeza inclinada hacia un lado y expresión curiosa).
Shiro: (le da escalofríos) P-por nada jejeje (ríe nerviosamente).
Kuro: - ¿Realmente no lo nota? - (piensa con una expresión seria).
Madara: raritos (dice mientras decide no prestarles atención y seguir cantando mientras recoge flores afuera de la guarida, un lugar bastante tranquilo en realidad).
Hashirama: - ¿estará enfermo? - (pensó preocupado).
Madara: ¡Hashirama! (Lo llama con una cautivadora sonrisa).
Hashirama: ¿Eh? (Se sonroja al ver tan hermosa sonrisa) ¡Voy! (Dice inmediatamente, risueño por el extraordinario cambio en Madara).
Madara: Ten (le extiende el ramo de flores que todo ese rato se había tomado el tiempo en recolectar) te ves muy hermoso bajo el sol (Dice con una sonrisa risueña).
Hashirama: (aumenta su sonrojo y un pequeño hilo de sangre baja por su nariz) Maddy (susurra bastante incrédulo, cada vez estaba más convencido que aquel era un hermoso sueño) tú eres precioso, mucho más con esa sonrisa radiante (Dice con cariño y amor).
Madara: (ríe de manera risueña, con un tierno sonrojo).
Kuro: (con una mueca de desagrado) - no voy a seguir viendo - (piensa con grandes ganas de vomitar).
Madara: (besa la mejilla de Hashirama dulcemente).
Kuro no pudo desaparecer antes de vomitar, lo cual hizo encima de Shiro a quien tenía al lado, gracias a eso comenzaron a discutir mientras la pareja seguía en su melosa burbuja.
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Continuará...